CAPITULO 2
Creo
que realmente me hace bien escribir.
Ya
intente escribir este Capítulo anteriormente, lo redacte de una forma que no me
gusto y le invertí mucho tiempo, lo que paso fue que el archivo se borró, pero
no se borró por mi culpa o porque yo lo quisiera así, el archivo se eliminó a
causa de que mi computadora fue formateada.
Era
un domingo en la mañana para cuando comenzó el problema con la computadora, me
había levantado a organizar ciertos asuntos que no realice en el día anterior
así que tenía muchas cosas por hacer, como también por el hecho de que Borkan
estaba en casa, pues se encontraba en medio de una crisis existencial y lo
único podía hacer era quedarme con él en casa y ver películas. Ese día prendí
mi computadora y lo único que hice fue desconectarla del internet, luego se
quedó en modo de hibernación o más comúnmente se apagó la pantalla y cinco
minutos después pase mis dedos por el panel táctil y ya no respondía bien el
sistema. La razón del por qué se puso así no la comprendo ni la entiendo, solo sé
que se des configuro y se puso muy lenta, ya no había más que hacer la tendría
que llevar a formatear.
El
problema era que ese fue un domingo y los días domingos no abren centros
técnicos de computadoras, así que tuve que trabajar con mi computadora averiada
en toda la semana, pues trabajaba para aquel entonces a muchos kilómetros de la
cuidad y partiría desde las cuatro de la madrugada del lunes hasta el viernes,
para volver a estar en la cuidad.
Durante
los días que estuve trabajando la computadora me desato la ira, pues no había
razón para que se averiara, pensaba constantemente en que el señor que me la
vendió, lo hizo con las intenciones de entregarme algo malo y obsoleto que con
el tiempo se dañaría de un día para otro, la ira me consumió tanto que el
jueves, justo un día antes de volver a la cuidad y llevar mi computadora al
centro técnico de reparación, apareció en la oficina un chico técnico en
reparación de equipos y de lo disgustado que me encontraba con el rendimiento
de mi equipo le pedí que lo reparara, él la miro y dedujo que había que hacerle
cierta cosas que yo no comprendí en el momento, así que con todo gusto le
entregue mi computadora.
Diez
minutos más tarde me dice que está listo y solo hace falta reiniciar el equipo,
le dio clic en el apartado reiniciar y todo se salió de control.
Si
la computadora antes no rendía bien ahora sí que estaba todo perdido, era un
desastre y ya ni siquiera prendía, yo solo le sonreía al chico este, pero en mi
interior solo podía incrementar mi ira por todo; No sé porque una empresa tan
reconocida como esa tenia contratado a un chico tan desentendido acerca de reparar computadoras, me dijo que es
ingeniero en sistemas y computadoras, pero la verdad, yo no le volvería a
entregar una computadora, ahora que lo pienso bien, la cara y actitud del chico
evidencian lo mal que le ha ido en su vida, claramente se nota que tiene
problemas de autoestima y muy grandes, creo que por eso no se pudo desempeñar
bien en su labor aquel día.
Al
día siguiente ya era momento de mi regreso a la ciudad, por lo que al llegar
fui al centro de reparación, presente mi evidencia de garantía vigente y le
entregue la computadora al señor que me la vendió, luego el se la paso a una
chica y después ella la paso al técnico del lugar, quien me dijo que si tenía
arreglo, en ese momento descanse y bastante, pero como siempre toda acción
tiene una reacción, el la repararía pero la información por completo se iría a
lo desconocido.
Entre
las cosas que ya se perderían figuraba un informe del trabajo en el que había
invertido 3 semanas, unos vídeos de YouTube y el segundo capítulo además de
mucha otra información.
En
total la reparación duro eso de como 2 horas, así que describiré ciertas cosas
que me llamaron la atención mientras esperaba allí sentado; la chica que es la
secretaria de aquel lugar, era muy simpática y espontánea, tenía cierto carisma
que hace pensar en que estás hablando con un familiar, su color de piel es
dorado y tenía ojos hundidos lo que la hacía parecer como si tuviera la frente
un poco grande; No se le notaba nada de inseguridad en sí misma, pero si se
podía deducir que tuvo un pasado muy bajo en autoestima para lo cual tuvo que
desarrollar mucha seguridad interior como también simplemente puede que
estuviera muy simpática e irradiara seguridad por el hecho de que renunciaría
ese mismo día y se le notaba muy feliz por eso, esto porque ella me lo confeso
mientras yo esperaba en el asiento de aquel lugar.
Luego
estaba el chico técnico en reparación de computadoras, la verdad no sé si sea
ingeniero o si solo sabía mucho del tema, pero la verdad es que repara
computadoras como nadie; Este chico tenía una barba que lo hacía lucir como si
fuera un chivo, era de piel muy blanca, casi pálido y su cabello peinado hacia
atrás.
Tenía
cierta arrogancia que me hizo casi odiarlo, pero no esa arrogancia basada en un
gran ego, por el contrario se puede deducir que era una arrogancia nacida de la
necesidad de aprobación de las demás personas, en especial por las mujeres. Si
yo le diera un consejo a este chico le diría que es muy bueno en lo que hace
con las computadoras y que no necesita de la aprobación y reconocimiento de los
demás, que solo basta con creer en uno mismo.
Recuerdo
que mientras deducía todas estas cosas al ver la actitud de este joven, entro
una chica con un chico, lo que tenía de especial esto es que la chica era
agraciada físicamente no mucho pero si tenía cierta belleza física, el chico
que estaba arreglando mi computadora la miro con gran deseo, yo la mire pero
solo porque quería ver su rostro, con eso me basto y luego decidí continuar
viviendo mi interesante y bella vida. Creo que el chico con el que ella iba era
su novio o tal vez su hermano la cosa es que no importa quienes sean ellos, lo
que importa es que al igual que esa chica hay muchas más ahí afuera que esperan
a conocer a alguien con quien compartir su vida.
Sin
más preámbulos, aquí el capítulo 2.
Recuerdo
que durante los siguientes días estuve muy inquieto, por motivo de espera de
los resultados, pero pronto se despejaron mis dudas; Como eso de tres semanas
después, los resultados fueron favorables para mí, había pasado la prueba, lo
siguiente seria presentar una entrevista, y tenía que prepararme para poder
pasarla con éxito.
Lo
que hice fue buscar información sobre lenguaje corporal, como responder bien en
una entrevista y como vestir para una entrevista, en especial evoco en mi mente
cierta información que leí, mencionaba acerca de una pregunta que siempre se
hace, es una pregunta que no falla en una entrevista, esa que menciona “¿cuáles
son sus debilidades?”, muchos tendrían como respuesta para esto decir que no
tienen debilidades, como también mencionan que su única debilidad en el trabajo
es ser perfeccionista, pero nada más alejado de lo adecuado; la mejor manera en
que pude responder aquel día a esa pregunta fue mencionar sinceramente mis
debilidades, eso sí, teniendo en cuenta que estas no afectan mi desempeño
laboral, como también mencione que estaba trabajando para corregirlas.
En
cuanto a lo que leí sobre lenguaje corporal, encontré cierta información que
mencionaba que es de mucha trascendencia no ser tímido y que por el contrario
la confianza en sí mismo es lo que mejor puede sacar a colación las virtudes
personales, quiero pautar que siempre había sido tímido hasta ese año en mi
vida, ¿la razón? ; el entorno y las circunstancias de mi niñez y es que
haciendo alusión a un día en mi colegio, recuerdo que conocí a un viejo amigo
que tenía los mismos problemas para socializar, el día que lo vi por primera
vez, llevaba un suéter azul y lo especial de esta prenda es que estaba llena de
pelos de gato, su cabello era lo suficientemente largo como para taparle el
rostro hasta donde comienza su nariz, era muy delgado y no hablaba mucho; no sé
porque lo hice, pero lo único que pensé en decirle fue preguntarle acerca del
porque su suéter estaba lleno de pelos, a lo cual el me respondió que tenía 16
gatos en casa y que dormía con ellos, ese fue el comienzo de una amistad de
muchos años, incluso hasta el día de hoy.
Así
que empecé a compartir tiempo con este chico, mencionaría su nombre pero no lo
quiero hacer para que la imaginación del lector lo nombre como mejor lo
represente en su mente, yo siempre le hacía muchas preguntas y el las respondió
todas, en los descansos de clases cuando hablábamos me llamo mucho la atención
que lo que él decía no era muy común para chicos de nuestra edad, le gustaba
hablar sobre temas de historia y la cultura norte americana, yo como no conocía
mucho sobre esto me interesé en los temas, así que mientras todos en el colegio
hablaban de cosas “ normales” y “ comunes” él y yo debatíamos acerca de la
existencia de la humanidad.
Este
chico me enseño una gran lesión, cierto día de ese mismo año, nos encontrábamos
en clase de Ética de séptimo grado y hacía mucho calor debido a que
estudiábamos en hora de la tarde; mientras la profesora hablaba acerca de las
tradiciones familiares, los rayos del sol se colaban por entre las ventanas sin
vidrios y se detenían justo en el rostro de quienes se sentaban cerca a la
ventana; Luego ella menciono que décadas atrás las personas acostumbraban a
leer la biblia y para no generalizar pregunto quién leía la biblia, ninguno de
mis compañeros levanto la mano, hasta que un brazo se erguía lentamente, era el
chico con el que yo hablaba mucho, después de levantar la mano, menciono que
leía la biblia en las noches y que en especial le gustaba leer los Salmos, para
ese entonces yo pensaba que todos se le
burlarían por tener practicas casi extintas, pero nadie dijo nada,
incluso la maestra lo felicito y es que la verdad para ese entonces yo también
leía la biblia, es más aun la leo y tengo una bajo la almohada de mi
habitación, la cuestión es que todavía me pregunto por qué no levante la mano,
creo que es porque para ese tiempo tenía miedo a ser juzgado por los demás. Así
que ese día comprendí que expresar sin miedo lo que somos y hacemos genera que
las demás personas te respeten.
Él
se llama David, a veces hablamos por Facebook y es mi amigo.